El Charlie Hebdo
Antes de la temporada decembrína
empecé a deshacerme de muebles que debía renovar y otros muebles
innecesarios, para así empezar el año 2015 con buena onda y mejores
resultados.
La horrible agresión contra los caricaturistas franceses
del Charlie Hebdo me ha dejado sorprendido, frío, contrariado. Ahora
me doy cuenta cómo acaba la historia. Desafortunadamente en México
no podríamos hablar de diferencias; son las extrañas horas del acontecimiento temerario y horrible ocurrido en Francia con los
horribles días vivídos del 2014 en nuestro país las que me acercan
a un acto de terrorismo. Cuando ocurre a personas de diferente
oficio, el grado de indignidad es alto. Pero al ocurrirle a varios
caricaturistas de otra parte del mundo queda dentro de mi solo el
desconsuelo. Varios amores extraños perpetraron por meses una
horrible matanza; un cúmulo de amores extraños pervierte el tiempo
y transgrede leyes por motivos históricos: pasados y presentes se
nos muestran como explicación para una escena dantesca; filmada y
repartida en todo el mundo. Adolorido no solo estoy; confundido por
propia voluntad para explicarme cómo se puede obedecer solo algunas
leyes y no obedecer otras leyes tan importantes como las protegidas
por ese grupo suicida y asesino, parte de la Al-Qaeda. Lo único que
quedó dentro de mi, al saber de la muerte de los yihadistas fué el
pensar acerca de ellos: No tenían ni pizca de cerebro.
Ya solo en mi casa, sólo quería leer
para saber absolutamente todos los detalles de este horrible
asesinato. Y para encontrarme con la confusión, provocada por mi,
para demostrarme que yo estoy en lo correcto al estar en contra de
matanzas crueles, matanzas de maestros o de artistas plásticos. El
mundo, se narra diariamente desde diferentes partes del mundo y es
libre quién lo haga, aún apartado de nuestra propia creencia
religiosa y nuestra opción política. Es un mundo cuestionado por lo
que podríamos mencionar como: devenir histórico. Y aún así, se
reprocha desde la derecha y desde la izquierda de, varias partes del
mundo, el oficio y se cuestiona la vocación.
La caricatura es Humanismo, vuelve al
hombre desde el hombre y con suerte regresa al origen. Eso si nos apegamos a Pasteca.
La fórmula actual en los cartones es la siguiente:
Caricatura +
Charlie Hebdo + Al- Qaeda = Muerte .
Es una fórmula equivocada
este punto de vista personal, muy propio de los valientes guerreros en parte
musulmanes. Ningún individuo medio informado de la trágica noticia
del siete de Enero, pudo dejar de notar que los altos mandos
religiosos no aceptaron la muerte de los miembros del Charlie Hebdo,
como si la aceptó parte de la gente que navega en la red. No
aceptando esa fórmula, ya no importa si uso un Iphod 6 para mis
asuntos personales, los caminos construidos desde la tecnología
hasta las opciones de vida, en este complicado mundo, no dejan de un
lado (al llevar acabo sus trabajos) la lógica de la orfandad y de la
misericordia perteneciente a los “temibles” templos religiosos erguidos para
los usuarios, y los no usuarios.
Regreso a bloguear este año para
encontrarme con una especie, de, aceptación por un dios y una no
aceptación por las leyes internacionales y locales; leyes leyes,
las cuales a cualquier niño en primaria le han enseñado. Regreso a
trabajar en este oficio de caricaturista el día seis de Enero sin
saber que ya no hay respeto total por la labor de:
narrar-la-historia-desde-un-confortable-madero-enmedio-del
-encrespado-mar-de-la-vida-moderna. Al menos con este vil acto de
asesinatos y suicidios, ya me he enterado de la mayoría de los gajes
del oficio. Bien, vivir y aprender cómo vivir, con las reglas de
cabeza. Por un lado los yihadistas no respetan ninguna ley ni
respetan la libertad de algún pueblo o nación, y son capaces de
entrar en cualquier territorio para seguir los cuestionados mandatos
de su dios. Por otro lado el gritar libertad, pero en la libertad no
hay reglas. Si me ayudarán los ángeles del cielo a entender este
mediocre enredo y a tratar de no meterme en ese asunto nauseabundo de
la culpa es de quien pega, y el que pega paga, y si pago es para que
no me peguen. Y ¿Cuánto dinero les pagan a los yihadistas por esos
crímenes?
Cualquier tiempo libre nos serviría
para leer acerca de cómo las naciones y los hombres de esas naciones
se ven envueltos en una misma razón; ya sea de derechas o de
izquierdas; ninguno dialogará con una persona armada y bajo las
circunstancias deberá alejarse y protegerse de una persona armada
con intenciones de agredir y dañar con crímenes de lesa humanidad a
todos los pueblos. Desgraciadamente o afortunadamente nuestra
condición de ser seres humanos pedirá el diálogo; para no
equivocarnos al enfrentar la libertad contra leyes que emanan desde
un punto de vista y que pertenecen a este planeta. ¿Por qué si no
hay diálogo después que viene?.
Nuestra tecnología no debe ser
defensiva ni ofensiva. Si una herramienta de trabajo es la vía para
desarrollar nuestra labor con un poco de mayor comodidad, quiere decir para los
terroristas que asesinar por mandato de dios es un trabajo. Y pasa lo
mismo con los viejos y nuevos amigos recientemente descubiertos por
aquellos que no traman día y noche un golpe de castigo tan desigual
y tan horrendo como el del siete de Enero. Los nuevos amigos (ya
viejos conocidos) formarán mecanismos económicos para obstaculizar
las “reglas” yihadistas. Y todos los informados saben de esos
mecanismos. Hermoso mundo, denme cinco minutos y un cigarrillo con
una cerveza oscura para brindar por este nuevo orden mundial. Al
menos no mandaron un burro bomba ¿No?. Hasta acá oigo un suspiro de
alivio de los ecologistas por salvar animalitos.
Solo siete días duró el 2015, ahora
le llamo escombro, un año destruido como mezquita Palestina o
edificio Sirio, miro a los lápices y vamos, no todo está mal, desde
las ruinas se hacen buenas rolas, algo bueno debe de salir de todo
esto. ¿No?
Debo regresar a los viejos maestros
para no quedarme confundido de por qué el Charlie Hebdo paga los
platos rotos de la élite de gobiernos hambrientos de petróleo.
Además para encontrarle un significado a lo poco que hacemos por el
mundo.
A veces dan ganas de salir volando
(¡con alas!) de este planeta.
Los mercados alternativos o
semi-alternativos deberían protegerse ellos mismos ( con leyes muy a
mi pesar) de estos nudos de poder y verdaderas aberraciones en contra
del Ser Humano, el único destino de la creatividad humana.
El Charlie Hebdo no tiene nada de
payaso, ni de bufón, ni es un corcel domesticado mostrando las
soporíferas suertes aprendidas, los caballos en la pradera corren en
libertad.
Si una portada es tan importante, me
gustaría, con mucho gusto de hacerlo, describir una portada del
Charlie Hebdo donde un Mahoma es llevado en silla de ruedas por un
judío y dice el Mahoma en el clásico bocadillo “No hay por qué
mosquearse”. Acá en México, somos capaces de pelearnos hasta
con la O.N.U. para hacer de los niños CRIC un mero estereotipo.
Funzi
Jueves 15 de enero 2015
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