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10/10/14

El Barto del Futuro


El Barto del Futuro


Llega a mi mente el recuerdo de un gran Rey Oriental; maestro de una gran sabiduría. Ocupó su vida en mostrar a todo su pueblo aquella enseñanza; su grey lo obedeció agradecido. Construyó tenazmente un altar muy hermoso para los antiguos sabios maestros; era tan agraciado como viril. Aquel sabio Rey se había dejado el pelo crecer para gobernar. Su cabello negro tan largo, le servía para dividir adentro del templo a su pueblo amado; los separó en dos lados. De un lado colocó a su linaje y a su reina, del otro lado los discípulos. Como un río era ese pelo tan largo y los habitantes, entregados a la doctrina divina, tomaron las enseñanzas y muchos de ellos fueron grandes maestros Budistas, vivieron adoctrinando a muchos hombres.
La civilización moderna digital necesita comprender como utilizar cualquier herramienta filosófica, sin lastimar a las personas -seres menos favorecidos o sin los conocimientos y aprendizajes tan modernos-, ni maltratar a los ideales, viéndolos como algo obsoleto y sin importancia trascendente en nuestras vidas. No podríamos comprendernos sin ellos.
Estuve el fin de semana leyendo el diario en casa, todo el fin de semana. Un pasatiempo agradable porque a veces no hay nada que hacer. Resuelvo: Esas noticias son implacables; los periodistas deben de tener mucha capacidad para absorber tanto castigo. Imaginé entonces una pequeña probabilidad, una vida decadente como muy real entre nuestras acciones tan triviales; una probabilidad futurista y cruel. El Domo -como serie de televisión- es un espacio habitado donde: No existe ya un ecosistema; es un sitio donde los rayos del sol deberían quemar digamos, como una gran lupa hermética. Pero andando un poco más entre los horarios de televisión abierta –yo no tengo cable todavía-, me acordé de una famosa serie futurista de Steven Spielberg anterior. Ataviada de mucha acción bélica. Llegó a mi mente la idea de poder hacer esta comparación, de nuevas y viejas filosofías: Quizá todos hemos escuchado sobre el famoso científico francés René Descartes; teórico matemático y teórico filosófico. Partí de un artículo del periódico del domingo catorce pasado para -en una probabilidad a futuro-, pensar en un chico filósofo con nuevas teorías o estudios modernos, viajando hacia el pasado; preparado con armas modernas para ametrallar a los cavernícolas del Cuaternario; sin piedad dispararía su arma, apuntando a indefensos protohombres víctimas de un psicópata futurista además invisible; aparte de ser un Filósofo, sería un Francotirador entrenado en tácticas de camouflagge y supervivencia militar, piloto de un ovni-drone.
“Chapoleado” totalmente el territorio explorado; después traería a los habitantes del futuro para habitar ya tranquilamente, aquella tierra “limpia” de cavernícolas. Pero los defectos de su civilización los acompañarían en aquel viaje; una alteridad poblando un principio: la honesta forma ulterior iniciando ya el proceso natural del lenguaje, masacrada por un asesino-futuro.
Asi es como la sociedad en la actualidad llena su vida, destruyendo antiguos principios del Hombre. Advertimos cómo para bien o para mal esos pensamientos son exterminados, provocando demasiado sufrimiento y muerte. No nos damos cuenta del grave error cometido por nosotros; eliminando por “diversión” ideales antiguos, como regla básica en nombre del “progreso” de nuestra civilización actual; esperando el ansiado desarrollo económico.
Además esas antiguas sabidurías no son totalmente destruidas por el Sistema, se guardarán en un arsenal; serán utilizadas como principios filosóficos como filosofía-semilla por los gobiernos; para invadir sanguinariamente nuevos territorios, he ir ganando la guerra económica tan normal en nuestros días. No soy un gran lector, tal vez soy un cavernícola de la filosofía del dibujo moderno. Tengo muchas preguntas por hacerme; pero de una forma u otra he notado a esos francotiradores, del tipo Robert de Niro; o del tipo Kiefer Sutterland en muchos lugares frecuentados por mi; un cavernícola mafioso del estudio. Sin embargo noto el respeto de los genios de la Ciencia; para todas las culturas anteriores. Además he sabido de varios estudios realizados a otras tribus aborígenes; aisladas de nuestro mundo digital. Tratan de eliminar a esas tribus después de estudiarlas muy exhaustivamente, pretenden adueñarse de su territorio, de sus materias primas necesarias para hacer sus futuras guerras Geopolíticas, sin interesarse por los aborígenes.


17 de Septiembre de 2014
Funzi


8/10/14

Ayotzinapa


Dia de la Raza


Cazcabelez para el gato; ah de la caza. Loz principioz de la colonización de loz Europeoz en Amérika zerán tratadoz en ezta ocazión con el teztimonio de Criztoforo Columbuz, zabio navegante de loz marez católicoz llenoz de agua; con un poco de zuerte, entenderemoz como ze empezó a colonizar un continente. Dejémoz hablar a Criztobal Colón, zabio hombre de prudencia, fablará en modo limpio y zano; como de hermano a hermano.




Mi nombre es Cristobal Colón caballeros. Llegué al continente Americano en Carabelas (tres) recién compradas a plazos a la Troika, me salieron muy buenas por que no les cambiaron el aceite hasta el segundo viaje a las Indias, como yo les decía de cariño a estas tierras canijas del fracking.

En busca de nuevas rutas





Afiliado a los grandes hombres de negocios, sufrí (de la mano junto con ellos) de inumerables burlas e imprecaciones, por la sencilla y mundana razón de haber contaminado los ríos de las Indias; aparte por contratar a Panistas, para hacerlos mis siervos y así me conectasen con bellas inditas teiboleras; además por no haber pagado las cuentas de los privados de estas vernáculas bailarinas.

El regreso al Viejo Continente



La noche de mi partida, para regresar al reino de los reyes católicos organizé una party con twerking, banderita mexicana y toda la cosa. A nadie le gusto; pero me eché unos tequilas; luego vomité en mi carabela y sobre mi lap-top. Para no verme tan racista, me llevé al Chicharito Hernández como refuerzo de los merengues.

Los Viajes Posteriores


De regreso a las indias y bailarinas tierras de acá mero, los hombres nacidos en América me recibieron con tanto cariño y respeto, haciéndome llorar por ello, haciéndome llorar y además haciéndome yo de unos cuantos terrenitos para sembrar vid y esclavizar a los inditos; tan molones con eso de unos dizque Derechos Humanos.