María Antonieta Collins
Cuanto vale un periodista
Organización Editorial Mexicana
18 de septiembre de 2009
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La historia de Ramón Rodríguez Reyna, periodista mexicano radicado en Miami y quien recién falleció víctima de un cáncer gástrico en medio del abandono de sus patrones, me hizo pensar de inmediato en alguien que vivió una historia diametralmente opuesta: VIC, Víctor Monjarás Benítez, caricaturista del programa "24 Horas" con Jacobo Zabludovsky y también de esta cadena editorial en la década de los setenta y ochenta.
VIC enfermó de cáncer en el sistema linfático apenas había pasado los treinta y cinco años de edad. A partir del momento del dictamen fatídico, la lucha de VIC fue heroica, en cualquier parte del mundo donde pudieran ofrecerle la esperanza de vida, y durante cinco años ese fue un constante peregrinaje por prestigiados hospitales que únicamente su muerte detuvo.
VIC no tenía medios para haberlo hecho solo, sin embargo, la generosidad de sus jefes hizo la diferencia. Jacobo Zabludovsky y don Emilio Azcárraga Milmo fueron los campeones de aquella interminable lucha por la vida. Nada más Jacobo hablar con don Emilio sobre la vida de VIC, los boletos para irse a tratar a la más famosa clínica de Estocolmo, Suecia, la clínica Karolinska, llegaron a sus manos, como llegaron sucesivamente los del MD.Anderson Hospital en Houston, y decenas más. Televisa, siempre generosa con sus empleados estaba del lado de la vida de uno de los suyos, como lo hace siempre sin importar si es famoso o no, y los testimonios son por decenas. Lo hizo siempre cuando el dolor atacaba a uno de su enorme familia. Recuerdo a don Emilio y a Jacobo visitar a VIC en las innumerables veces en que todo parecía haber terminado y de donde se recuperaba, en gran parte también por aquello que siempre le repitieron: "Tú cuídate, de lo demás nos estamos encargando nosotros".
Don Mario Vázquez Raña tampoco se quedó atrás, y ordenaba se pagara el sueldo de su caricaturista, sin importar si podía o no cumplir con entregar la colaboración cuando las crisis de la enfermedad lo postraban. Todos ellos cooperaron para que el salario que sostenía la casa no faltara. El día que VIC murió cinco años después, los suyos fueron funerales excepcionales, donde la familia no tuvo que pagar nada, porque el patrón ya lo había hecho.
Esta historia ocurrida hace veintinueve años me vino a la mente durante el calvario vivido por el corresponsal mexicano Rodríguez Reyna, quien murió en Miami en el completo abandono de su empresa, sin un centavo para ese momento ni para lo que vino después, lo que de acuerdo con Celeste Rodas, periodista guatemalteca de la Asociación Latina de Periodistas de Espectáculos que se ha encargado de los trámites, fue una injusticia que vive su apesadumbrada viuda, sin dinero y sola en Estados Unidos.
"Ramón fue echado al abandono una vez enfermo del cáncer gástrico, sus patrones le negaron incluso los gastos del entierro, repatriación y pensión, y la razón que dan es porque murió fuera de México -dice Rodas-, como si uno pudiera escoger el lugar donde morir".
De inmediato recordé la historia de VIC rogando que el materialismo no ataque el sentimiento y que los jefes de corresponsales extranjeros como el humilde Ramón Rodríguez Reyna, quien amaba no sólo su profesión sino a la empresa en la que trabajaba, puedan ver también con los ojos del corazón.
Ramón cumplía su trabajo como pocos, hasta el detalle, y jamás imaginó que el destino jugaría tan temprano en su vida, quitándosela y dejándolo en el desamparo absoluto, al grado de que faltara el dinero hasta para su funeral que fue cubierto por amigos, y que su mujer tendría menos que nada para sobrevivir.
Yo no quiero pensar en lo que muchos aseguran: que los empleados desechables.
Me rehúso a pensar en Ramón como un ejemplo de eso. Prefiero creer que sus jefes ignoran que no había dinero ni para su ataúd, mucho menos para llevarlo a su Monterrey natal a que repose ahí para siempre, y que en recuerdo a un fiel empleado recapacitarán y ayudarán a la viuda que se encuentra abandonada a su suerte en Miami.
Quiero pensar que así será... y que VIC, el caricaturista de la historia que he narrado no fue el único que vivió la generosidad de sus patrones.
Artículo tomado de OEM
Cosas que pasan
1. Si usted entra al portal de Notimex y en el buscador escribe el nombre de Ramón Rodríguez Reyna, lo que le aparecerá enseguida es: “No existen notas que coincidan con el criterio de búsqueda dado”.
2. El 27 de octubre, cuando estaba en curso la elaboración de esta nota, el director de etcétera, Marco Levario Turcott, recibió por correo electrónico la invitación de Amado Avendaño, asesor del director general de Notimex, para que se registrara como candidato a integrar el Consejo Consultivo de Notimex “dado su perfil profesional y trayectoria”. La respuesta inmediata fue “no”.
Tomado de Etcétera
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