El circo fascista

Un nuevo circo fascista.

Por Pepe Pecas.

                El culto a la imagen nos ha dejado calles y avenidas donde conviven personajes como Lázaro Cárdenas y Gustavo Díaz Ordaz. Estatuas de jefes de estado y mucha literatura con sus biografías. Pamplinas. Para la meta-modernidad, la mañaneras, como un culto de la imagen efímero pero certero. Una instalación con la presencia del “líder” nacional narrando todos los días. Esta imagen no refuerza a al partido Morena. Refuerza al lado conservador de los políticos. Aparte, el año anterior de gobierno moreno, el trabajo del señor presidente Don PG fue el tratar de quedar bien con la cúpula de empresarios. Chingaderas.

                Sus caricaturistas le mueven el rabo – al PG- por televisión y sus intelectuales le hacen el circo por los medios de comunicación.

                Pero el pueblo sabe que es tiempo de disolver al Congreso, disolver a la fuerza letal, de que el juez vuelva a casa; de guardar la banda presidencial como un bonito recuerdo.

                Es tiempo de armarse. De que todo pueblo y municipio o localidad mexicana en contra de la constitución de nuestra nación y a favor del crimen se le prenda fuego y desaparezca del territorio. Y a sus habitantes se les enjuicie.

                Es tiempo de que se señale con el dedo al criminal, al cacique, al que te ha violentado, se le atrape, se le enjuicie.

                Es tiempo de disolver al ejército, y volverlo una fuerza elite de pocos, pero fieles al país.

                Es tiempo de la autogestión. De la libertad.

                De lo contrario el exilio. Y ya en el exilio, presenciar como se destruye a la nación.  Y si mil veces trataran de levantarla y otras mil veces se le destruiría.

                En el exilio, será tiempo de meditar, sonreír y vivir en calma.