Los viajeros II
En la
época prehispánica a los hostales destinados para los viajeros o comerciantes
se les llamaba coacallis. Hasta los coacallis llegaban a descansar después
de vender sus mercancías.
A medio camino, el encolado de AMLO pierde fuerza enfrente
del pueblo. El pueblo paciente, con la paciencia necesaria para levantar un
tapial; mira con asombro como los
zoquetillos se le desprenden uno a uno al mandatario. AMLO no parece
afligirse mucho, intenta cambiarlos, pero pierde fuerza el encolado. Su vihuela,
deberá sonar a algo, tarde o temprano.
En el predio donde vivió sus años
de gloria Hernán Cortés, fue construido el actual Monte de Piedad. Cuando ganó
la guerra, Cortés se quedó con el predio.
El Palacio Nacional, fué construido en el predio del palacio de
Moctezuma. Pero dejemos a Briggite B. de
Lameiras, nuestra inmersión en la Nueva España.
Comercio de México.
Una de las entradas para el
comercio de productos cultivados y elaborados alrededor de México era la
calzada Tacuba. El mercado más grande era la plaza el Volador. Fueron lanchas, a través del canal de Chalco las
encargadas de desembarcar cerca de la plaza. Miles de indígenas venidos de
Texcoco, Morelos y Puebla. Donde todos pagaban alcabala. El canal Mexicaltzingo
pasó a ser el canal de la Viga. Las “indias tristes” eran vendedoras
ambulantes; hacían buen negocio con la venta de flores y guirnaldas. Vendían nacimientos
en fin de año. Ponían cocinas para alimentar peregrinos el día doce de
diciembre.
La fe dividía las fiestas patronales, por un
lado la adoración a la Virgen de los Remedios y por el otro la adoración a la
Virgen de Guadalupe.
Transporte en el
Valle de México.
Mujeres y hombres manejaban
las tradicionales lanchas para transportar el producto de varias familias hacia
el mercado. El indígena usaba pocas mulas o burros, por lo regular la carga se
la llevaba en la espalda. La trajinera se dividía en trajinera de mercancías o
trajinera de pasajeros. Eran manejadas por hombres. A las mujeres les tocaba
una canoa con pala doble. Ideal para transportarse en los angostos canales de
las chinampas.
Música y danza.
Los peregrinos llegaban
tocando tambores y chirimías en los días de gran fiesta. Tocaban arpas,
violines y rabeles acompañados de cantos. La danza según los viajeros era
monótona: disfraces tejidos a estructuras pirotécnicas, con chistosos plumajes,
hombres disfrazados de diablos. Destacaban los concheros. Por otro lado, mujeres y niñas con sus máscaras
curiosas de gasa burda, coronadas con inmensas coronas de plumas; baratijas, relucientes
vestidos. Bailaban a paso lento y saltante; mitad vals mitad minueto.
Situación social
El indígena era el extracto
más bajo en la provincia; era visto como un trabajador. Había indígenas nobles
e indígenas tributarios. Difícil de distinguirlos a simple vista, pero el
tributario le tenía gran respeto al noble. Los indígenas no tenían acceso a los
lugares públicos, casi nunca se peleaban entre ellos, los altercados eran
escasos.
Fiestas y ceremonias
·
Himno a
la Virgen en el Lago de Texcoco.
·
Cerro
sagrado de Amecameca.
·
Cerro
sagrado del Popocatépetl (Árbol de la Cruz).
·
En
Mexicaltzingo una cueva con una imagen de Jesucristo recién aparecida.
·
Paseo de
la Viga, de Carnaval a Pentecostés.
(Viernes de Dolores, Domingo de
Ramos).
·
Iztapalapa:
Representación del Calvario
·
San
Ángel, Coyoacán; celebración de la Semana Santa.
·
El
veintiocho de agosto, celebración de la Virgen de los Remedios y de su
descubridor Juan Águila.
·
El doce
de diciembre celebración a la Virgen de Guadalupe.
El Noroeste de
México.
Mientras la cochinilla llegaba hasta las Islas Canarias y era sensación en Europa,
los viajeros llegaron al norte de nueva España.
Briggite B. de Lameiras se
auxilia de Hardy para esta región. Refiere su libro acerca de Seris y Yumanos, quienes habían encontrado modos de vivir ajenos a los
conquistadores. Yaquis y Mayos eran grupos evangelizados.
Ópatas.
Vivían
en los valles cercanos a los ríos Sonora, Baviácora, Moctezuma. Desde Cumuripa
y Movas en el sur hasta el Presidio de Fronteras en el Norte.
Los
Viajeros los trataban como el grupo más civilizado de Sonora. Eran los más
leales al gobierno mexicano. El gobierno los utilizaba para combatir a los
Apaches. Sedentarios los Ópatas, sembraban maíz frijol y calabaza. Con la
llegada del imperio español criaron vacas, toros, mulas, burros. Ganado menor
como los borregos. Recolectaban frutos silvestres como la tuna y la pithaya.
Vestían los hombres camisa cerrada de algodón, pantalón corto y zapato abierto.
Las mujeres usaban reboso y los hombres zarape. En Oposura se producían anualmente
cuatro mil zarapes de lana. Había zapateros, carpinteros, albañiles y pintores.
Elaboraban sillas de montar, sillas de carga y arreos. Fabricaban jabones,
trabajaban en las minas y en los criaderos de oro. Al ser “indios de paz”
defendieron con los españoles el territorio norteño y los Ópatas tenían
privilegios. Podían portar armas de fuego y sus pelotones lo componían unos
doscientos hombres. El jefe del pelotón tenía rango y salario. Aunque los
escritos de los Viajeros difieren, los Ópatas fueron buenos músicos, poetas y
corredores (¿?).
Yaquis y Mayos.
Mülhenfordt y Hardy
coinciden en sus observaciones hacia los Yaquis: Eran los más dóciles,
industriosos, laboriosos y pacíficos. Vestían con calzón de algodón y/o una
cobija de lana. Belen, Huiribis, Potam, Bicam, Toriu, Bacum y Corocun
conformaban los ocho pueblos yaquis, sobre la ribera del río Yaqui.
Vivían en un estado de servidumbre muy semejante a la
esclavitud. Eran mineros, gambusinos, buzos y campesinos.
Los Mayos se situaban sobre los ríos Mayo y Fuerte. Sus
pueblos: Conacarit, Camoa, Tesia, Navojoa, Etchojoa, Sta. Cruz, Vaca, Toro,
Choix, Tehueco, Sivirijoa, S. Miguel, Charay y Ahome. Pescaban perlas y eran
mineros o peones.
Seris.
Un grupo marginal,
prácticamente disperso y cansado por continuas guerras con otras comunidades.
Su carácter hostil era evidente. Hardy es el que arrojo algunos de los datos
más importantes sobre todo de los Tiburones.
Comunidad monolingüe, de hábitos artesanales, vivían de la pesca sin
comunicación extrema con los conquistadores. De vida rudimentaria, solo la
recolección de fruta y la búsqueda de agua era posible para los Seris de la costa. La punta de Tepoca estaba prácticamente …
deshabitada.
Yumanos
Los miembros de la tribu Axua
vivían en la desembocadura del río Colorado. Hardy los describe: Pescadores y
recolectores; compartían costumbres con Seris
de la Isla Tiburón. Vestían las
mujeres ramas de acacia y se pintaban de amarillo el rostro. Los hombres
cubrían con lodo todo su cuerpo, usaban el taparrabos. Manufacturaban canastas
impermeables llamadas coras. Ollas de
barro quemado. El cacique era el Comayo
o “gran jefe”. Cultivaban maíz, la calabaza, el algodón. Las mujeres axua participaban en las decisiones
importantes de la tribu y eran curanderas.
Indígenas en Yucatán.
Los
indígenas se muestran orgullosos y altivos cuando viven de forma independiente
en la primera mitad del siglo diecinueve. Su estado de sojuzgamiento estaba
ligado a la hacienda. En el sur, se encontraba en auge la producción de
henequén, pero la base económica era el maíz. Utilizando para su siembra el
sistema de roza y quema. Cultivadores del arroz, coco, plátano, el higo, la
piña, mamey, limón, naranja, aguacate, calabaza y taje. Maguey productor de
pulque, pita, sábila, henequén. Como cultivos especiales: frijol, chile,
tabaco, camote, cacao, añil, cochinilla, caña de azúcar. Cazaban tortugas,
patos, caimanes, tapires, tlacuaches, ardillas, liebres, conejos, monos,
armadillos, jabalíes, jaguares, venados, iguanas. Pescaban cazón y pámpano. Criaban
puercos, aves de corral, abejas sin aguijón, criaban perros.
El indígena en las ferias, comía platillos a base de
guajolote; pozol con tortillas. Preparaban cochinita pibil haciendo un hoyo en
la tierra.
Las fiestas patronales eran motivos para la embriaguez:
Fiesta de Jalacho, San Isidro Tenosique, Patrono del Barrio de San Sebastián en
Mérida.
Sus chozas oblongas no eran diferentes a lo común: paredes
de bajareque, rodeadas de cercas de piedra; techos de paja escondidos entre los
árboles y la maleza. La población indígena contaba con una casa real llamada
“nacional”. Ahí podían hospedarse los curas, vendedores y viajeros. Los topiles
eran la servidumbre del huésped. Donde existiera mayor número de población se
dividían como siempre: primero los blancos, luego los mestizos y después los
indígenas siempre ocultos entre la maleza y los árboles. Los indígenas nunca tenían dinero en exceso y
su moneda era el cacao. Ochenta o ciento
sesenta granos de cacao valían medio real. Un medio real era la moneda (utilizada)
de más baja denominación.
El indígena solo era proveedor del mercado yucateco. El mercado
de exportación sería: pescado seco, maíz, arroz, coco, ganado, pieles de vaca,
cestería de palma, henequén, hamacas, sombrero de palma, miel, cera,
orfebrería, copal, frijol, sal y extracto de palo.
Izamal era la feria más grande de Yucatán. Aproximadamente
diez mil personas participaban en la feria. Había dulces, comida y velas a
medio real. Por los caminos reales se viajaba en calesa (coche) a cargo de
cuatro hombres. Recorrían diez o seis leguas diarias y cobraban medio real por
legua. Solo en Yahualtel o en Chop se usaban mulas para cargar agua. El
indígena yucateco, cargaba a pie sus petaquillas con mecapal. Los líquidos los
llevaban en cántaros o bules.
El
indígena yucateco era en extremo muy limpio. Más limpio y planchado que la alta
sociedad de Mérida. A diario tomaban un baño y a medio día otro. Los indígenas
carecían de juegos de azar. Los mestizos utilizaban este método como único
distractor de las clases dominantes en Mérida.
Las
mujeres indígenas se encargaban de fabricar la ropa. Las indígenas usaban falda
y fustán (de color blanco), los hombres camisa y pantalón. Al trabajar mujeres
y hombres lo hacían con el torso desnudo y los niños andaban sin ropa. Las
mujeres mestizas utilizaban más decorado pero la base (falda y fustán) era la
misma. Los hombres mestizos camisa y pantalón blanco de muselina color rosa o
color blanco; saco de cuero y pantalones de cuero.
Todo el
organigrama yucateco era afectado por la escasez de agua. El agua llegaba de
mayo a octubre y los demás meses eran muy secos. Se elegía por votación a los
alcaldes del agua. Indígenas y mestizos votaban; después celebraban una misa.
Los alcaldes recibían un trato diferente al de los demás.
Para el
indígena trabajador de las haciendas, la poca oportunidad de una vida decorosa
le hacía verse con un nivel de vida peor a la de los esclavos negros de E.U. o
Cuba. Los hombres de Sabache o de la hacienda de Chivic, recibían un salario de
veinte o cuarenta pesos anualmente y una ración de maíz. Los trabajadores al entrar en la hacienda, recibían
una cantidad de licor y tabaco. Esta deuda era adrede para pagarle después lo
que quisiera el patrón. Los hombres con familia pagaban licor, tabaco y el
agua. Rezaban oraciones por las tardes; algunos eran vaqueros, otros luneros.
No había ley para maltratar indígenas, pero los patrones siempre encontraban la
forma de hacerlo con el cepo o los azotes. El indígena acudía con la justicia
al cambiar de patrón. El nuevo patrón compraba la deuda del trabajador y el
anterior patrón no podía negarse. La mujer indígena recolectaba el agua; cuidaba
la casa. Aseaba al hombre en el baño, algo común en Yucatán. Le preparaba la
comida, le planchaba la ropa. Lo cargaba cuando llegaba borracho de las
fiestas. Por observación del viajero Stephens se pudo saber de la relación de
endogamia realizada en las comunidades. Los hombres eran casados a los catorce
años; las mujeres a los doce o catorce. Si el patrón encontraba un hombre
soltero, le casaba enseguida, luego le cobraba la misa (el patrón pagaba la
ceremonia) aumentando la deuda del trabajador. De esta manera el trabajador
iniciaba una nueva familia. La comunidad vivía gobernada por un alcalde y
varios topiles; encargados de varias tareas.
La “Guerra de Castas” fue un movimiento independiente, el
más grande de aquellos años. Integraban al ejército rebelde indígenas armados
por liberales o conservadores. Invadían haciendas o robaban a la comunidad.
La danza y la música
eran parte del festejo religioso; En Campeche la población negra bailaba tangos
africanos. Los yucatecos los fandangos, las serenatas, contradanzas. Los
mestizos e indígenas “los toros”. La
fiesta del “Santo Cristo del Amor” duraba nueve días y los gastos iban por
cuenta del dueño de la hacienda. Para todo “Santo” siempre había un “patrón”
que le custodiaba por determinado tiempo.
Oaxaca.
El
Istmo de Tehuantepec. La Sierra Sur, la Sierra Norte, los Valles Centrales,
conforman los cuatro núcleos principales de la cultura zapoteca oaxaqueña. A los
fértiles valles se les cultivó con sistemas de riego. Tlalistoc, Villa de
Jalapa, Villa de Santa Ana, Huajolotitllán, donde cultivaron el arroz, el maíz,
el trigo. Las hortalizas las cultivaban en Zoachila, Tlalistac, Etla, San
Lorenzo Zimatlán. Las telas extranjeras redujeron la producción de algodón. Fue
cultivado en Choapan, Laatami, Villa Alta, Mihuatlán. Cultivaron pita, seda,
grana, caña de azúcar, café, cacao, tabaco. Recolectaban vainilla, muicle,
zarzaparrilla. La pesca abarcaba Tonameca, Colotepec, Tilapa, Tehuantepec.
Comerciaron al caracol púrpura. En Tanatepec como en Mihuatlán había grandes
haciendas ganaderas. En Zoachila, San Martín, criaban cerdos, ganado vacuno,
ganado lanar. Teotitlán del Valle tejió algodón luego tejió lana. Mitla tejía
prendas de lana. En Villa Alta tejían pita. Choapan, Laatami producían mantas.
Tehuantepec tejía la seda. Los hilos los hacían con un gusano de seda aborigen.
Indumentaria.
Ajofrin
describe los peinados en el sur oaxaqueño: Las mujeres oaxaqueñas parten su pelo
en dos y luego lo convierten en dos trenzas unidas en sus espaldas. Tejen en
ellas listones de seda. Sus adornos lucen mucho. La trenza doble remataba con
cordoncitos y borlas. Usaban rebozo doblado hasta los hombros. Vestían huipil,
lienzo de algodón -rara vez de lana- enredado a las caderas, sujetado por una
faja. Las camisitas de escote grande eran típicas de Tehuantepec. Las indígenas
ricas usaban collares de perlas y de monedas. Usaban el color azul en todas las
tonalidades para sus prendas. Camisitas verdes multicolores; con plumaje,
ornamentos de plata o de oro para las ceremonias. Esto según Ratzel o
Mülhenpfordt.
Oficios y Villas.
Villa
Santa Anna aparece con sus indígenas constructores. El barrio de Analco tallaba
la madera, Atzompa producía alfarería. Tlacochauaya construía casas de adobe o
de piedra. San Francisco Huizo Telistlahuaca construía
casas de carrizo. En Tehuantepec las casas eran a
veces simples paravientos, o casas de bajareque, de palma, de carrizo.
Mülhenpfordt describe a Tehuantepec como una villa rodeada de chozas. Seis o
cinco barrios con un laberinto de chozas donde se confunde la calle con sus
solares, según Ratzel. Las llanuras costeras de Tehuantepec fueron habitadas
por los indígenas en la parte de los bosquecillos para protegerse de los
vientos. El pueblo mixteco pobló el Oeste de Villa Santa Anna, los zapotecos
permanecían en el lado Este.
La tierra en Zaachila se le rentó “a medias” a los
indígenas.
Los mercados estaban bien
surtidos, se hacía posible por medio de burros de carga. Aves de corral,
legumbres, verduras, cal. Madera, tablas, piedras, carbón. Pescado ya salado.
Villa de Etla celebraba gran mercado con productos agrícolas o de la industria
indígena. Zaachila comerciaba los domingos. San Martin comerciaba carne de
cerdo. El viernes era el día de mercado en Ocotlán. Mercados había en
Tlacolula, Teotitlán, Laatami, Ixtlán, Sta. Anna; además del gran mercado de
Tehuantepec. Los productos indígenas debían de pagar alcabala, las garitas más
importantes estaban en Xoxo o Xoxocotlán. Teotitlán del Valle era un paso
obligado para la Zapoteca Alta. La región mixe o Nejapa para Tehuantepec,
Soconusco, Chiapas y Guatemala.
Los Chatinos.
Los Chatinos hablan el pabuco o
el papabuco. Sus comunidades San Juan Elotepec, Teozacualco, Jocotepec,
Zacatepec, Juquila, San Juan Quiahijé, Santa María Ixtapan; cultivaban el maíz
y en forma secundaria el trigo, el azúcar, tabaco, arroz. Juquila sembraba
hortalizas, limón, naranja, granadita. Sta. María Ixtapan sembraba limón,
sandía, maguey, plátano. Zacatepec sembraba limón, plátano, cultivaba algodón.
La vainilla –silvestre- solo recolectada. La sal se recogía en la costa. La
grana fue muy cultivada por los Chatinos. Las casas de Chatinos eran de
carrizo. La Virgen de Juquila festejaba anualmente con ochenta mil fieles.
Podía curar enfermedades y sanar a los deformes.
Los Mixes.
Mülhenpfordt
es el viajero más interesado en las regiones altas para cultivo y en las
tierras bajas por sus condiciones óptimas para producir. La producción en la
Mixteca es superior a la cultura de estos pueblos. La pobreza de los indígenas
mixtecos muestra cómo se construía la sociedad sureña; como ejemplo: la baja
numérica considerable de la población indígena durante la Colonia.
Suelos rocosos carentes de arado, con cultivo a mano –pueblos
de las Almolongas- se diferencian de los cultivos por riego en canales
artificiales - S. Pablo Huizo, Huajolotitlán- clásicos en la Colonia. Maíz,
piña, olivos, palma, plátano, trigo, algodón, seda. Criaban puercos, ovejas,
perros, borregos, chivos. Elaboraban paños, rebozos, sombreros, petates,
esteras. Dedicados a la pesca, a la caza. Las curtidurías se
podían encontrar en Teposcolula. Las mujeres y los hombres de Tutla, tenían la
característica de llevar el torso desnudo; como regla general las mujeres
usaban “enredos” y faldas –algunas muy caras- con franjas arriba y abajo.
Tecomovaca explotaba los bosques. Huajuapan sal de manantial. Jamiltepec y Tututepec
sal de mar. Grandes cargamentos de cochinilla salían con rumbo a Veracruz desde
Oaxaca. Los guías de arrieros eran los tlacayanes, de Tecomovaca. Comunidad dedicada
al hospedaje . Algunos arrieros, llevaban el algodón de la costa hacia Puebla.
Los Mazatecos.
Aislados de la Colonia; los
Mazatecos permanecieron con sus rasgos sociales intactos. San Juan y San
Antonio de los Cués tenían las mejores tierras de cultivo. Sembraron maíz,
canela, cacao. Recolectaban miel silvestre, vainilla, guaxoniquil, anona,
guayaba, papaya, tamarindo, seda cimarrona, bejuco de culebra, cañafístola,
habilla, palo mulato, huanacastle. El único animal domesticado por los
mazatecos era la serpiente; eran buenas cazadoras de ratones, manteniendo
limpia la casa. Los mazatecos a la hora de dormir lo hacían en hamacas.
Trabajaban en manantiales de sal. En canteras donde elaboraban machetes,
cuchillos, instrumentos cortantes. Las mujeres vestían huipil con enredo rojo o
azul. Los hombres vestían camisa hasta debajo de la cintura. El mercado de
Huautla era el más importante. La vainilla solo era para exportar, no para consumo
personal. Era su principal producto comercial. Así vivían los Mazatecos;
navegando en canoas por los ríos Santo Domingo y Tonto. Organizando ellos
mismos sus festejos religiosos por no haber suficientes curas en aquella época.
Santo Domingo de los Cués, San Juan, Soyaltepec, Cuyomecalco, Chiquihuitlán,
Exacatlán; una República de Indios con sus propios funcionarios. Recibiendo al
visitante con xúchiles (flores), música, comida, arengas.
Los Cuicatecos
Pabucos,
Mixtecas, Zapotecos, Chatinos, Huaves, Mazatecas, Mixes, Zoques, Chontales;
ahora le toca el turno a los Cuicatecos. En la Colonia, la gente de razón –
españoles- prefirió los caminos reales para asentar sus villas, en vez de
preferir la tierra cuicateca. Carente de minas o de tierras de cultivo.
Mantenían dos cosechas anuales de cacao en diciembre y en junio. El cacao se
cultivó en las partes bajas. Teuitila cosechaba piña, plátano, aguacate, mamey,
chirimoya, zapote, chicozapote, naranja, lima, limón, mango, chayote. El único
cereal cultivado era el maíz. La hacienda Güendolain cultivó la caña de azúcar.
Había otra hacienda en Atlatlahuaca; trapiches en Aragón, Jayacatlán, Coyula,
San Pedro Chezapotl. Cuicatlán cosechaba chiles, frijoles, grana, elaboraba
panela. Recolectaron la vainilla, el guanacastle lo doraban y se lo comían. El
jalapa, el coyuchi, la planta medicinal guaco. El cosahuico (muy nutritivo) se
consumía entre los nativos dándole gran estimación.
Como
costumbre mesoamericana, los indígenas cuicatecos mantenían un sistema de
riego; esto gracias al yandocucu. Lo usaban para fabricar tuberías. Consumían
pez bobo y trucha, comían pozol, tamales de chile o tamales de fruta, pan,
chocolate, atole de sabores. Las mujeres tejían huipiles, colchas, mosquiteros,
encajes, colgadurías de cama. Estos productos tenían como característica
principal el de llevar una calidad exquisita. Con los pañuelos fabricados
podían hacer regalos o pagar tributo. Las cuicatecas vestían huipiles. Finos y
a manera de alba corta sin mangas. Delicados y vistosos. Tejidos de finísimos
encajes. Sus trenzas abultadas les llegan hasta el suelo, entretejidas con
listones las enredaban en las cabezas girándolas alrededor.
Curaban
con resinas de árboles varias enfermedades y trabajaban la tala de bosques. El
lacre negro criollo era el resultado de estas prácticas. Vivian en tapextles;
les pertenecía la tierra. Algunos territorios eran de criollos. El cultivo de
la grana era de los colonizadores. Los cuicatecos trabajaban de peones o daban
hospedaje.
Gobernados
por un ALCALDE MAYOR no indígena, formaron una Republica de Indios. Cuando eran
visitados, los cuicatecos fabricaban un portal florido para recibir al ALCALDE
MAYOR como a su comitiva. El gobernador, alcaldes, tlatoles, topiles, todos participaban.
Gritaban arengas en cuicateco o castellano; luego el ALCALDE MAYOR recibía un
xúchil y toda su comitiva recibía uno. Iniciaban el banquete; después el
ALCALDE MAYOR se retiraba a su casa real. Recibiendo regalos, como colchas
finas de algodón, pescado, fruta, chiles secos, frijoles, dos o tres huipiles.
Esto si se le nombraba como nuevo ALCALDE MAYOR. Leían una cédula real, todos
juraban respeto y en aquellas ceremonias se vestía de gala.
Chirimías, teponaxtles, palos huecos, bajones, clarinetes, instrumentos
usados por cuicatecos para celebrar a la Virgen de la Soledad. Veneración
aparecida en un árbol. Milagrosa, benefactora.
Fiscales
y topiles enseñaban por las mañanas y por las tardes oraciones a la población
joven o sin estado. Doctrinas cristianas, predicadas en lo que los cuicatecos
llamaban escuela.
Los viajeros III
En la última
parte del libro INDIOS DE MEXICO Y VIAJEROS EXTRANJEROS. La autora Briggite B.
de Lameiras expone de forma certera diferencias entre una colonización de la
corona española y otra colonización norteamericana junto con viajeros europeos
y el nuevo gobierno de México.
Mientras en Europa el repicar de romanas, cuadradas y de buen sonido, era acompañado de las morez de excelente resonancia y los esquilones de sonido agudo. En América los grupos indígenas iniciarán su camino hacia nuevos siglos; les esperarán días duros, su única compañía serán sus creencias. Después de trescientos años el mundo redescubre con las aduanas abiertas al indígena
de la conquista. La llegada de los españoles
provoca en el indígena cambios drásticos, el no saber quién les gobierna, ni
tener control político de sus vidas. Los indígenas muestran aislamiento en el
segundo descubrimiento de sus territorios; aislamiento notado hasta nuestros
días. Conservan cultivos, fiestas, el uso de instrumentos. El agua y la tierra
eran privilegio primero del criollo. Luego de los dueños de la hacienda. Salvo
el cultivo de la cochinilla, el indígena solo podía trabajar como jornalero
para rancheros o hacendados. Los negros dejaron de ser esclavos entonces porque
no eran costeables. Los casaban con mujeres indígenas para no verles huir. Otro
medio de vida era el ejército. Con el objetivo de defenderse del pueblo. El
gobierno organizaba levas para sus filas. Un entramado de lealtad y fidelidad
lo encuentra en los indios. Llevados o traídos a la capital para fines
castrenses; fines de carácter desordenado con rumbo al saqueo. Provocaba en los
indígenas la total nulidad de sentimientos. Luego incursionaban a las bandas de
leperos para robar o en ejércitos de provincia para seguir saqueando.
La cara
amarga de los españoles se vería con la población Seri. No teniendo como
exportar, carentes de mercado, serán perseguidos hasta lograr su exterminio.
Ante estos hechos se culpará al aborigen de tener deficiencias
neurofisiológicas o del tipo determinista.
En
México ahora se pretende proteger al consumidor de los alimentos sin calidad;
instruyen las autoridades para consumir alimentos sanos, se aconseja balancear
las comidas. Pero el gobierno olvida que detrás de un kilo de frijol, sano y de
gran aportación nutriente; detrás de un litro de leche, hay familias sin apoyo
(real), sin planes de progreso. Ya no se quiere apoyar al burgués fast-food. Al
menos así lo parece. Ni a burgueses de maquiladoras. Pero su idea (T) de
gobierno hace germinar latifundios; burgueses rancios con inumerables formas de
acabar con el tejido social nuestro o de otro país. De envolver al individuo de
la provincia en un remolino de aire y de polvo el cuál desaparece a lo pronto.
Briggite
B. de Lameiras describe una realidad callada. Silenciada por siglos para
beneficio del sistema y de sus políticos; beneficio de burgueses, militares,
clero, tecnócratas, socialdemócratas.
Ricos, pobres,
evangelizados, vemos a los indígenas con rumbo hacia el mestizaje. Aislados,
perseguidos. Así formarán las bases del tercer mundo; aquellos pueblos;
latinoamericanos.
Noviembre de 2021.
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