Héroes de la devaluación II
Soy como Paco Stanley o el Doctor House
Otro ejemplo de ejercicio mediático importante es la cooptación de espacios informativos y de comunicación por miembros futuros del gabinete, (en una suerte de prestigio donde aparecen primero como jueces y luego los reaparecen como parte del gobierno). Los cuales se encargan de saturar al pueblo; y ya saturado, el mainstream brinda una solución.
Soy como Paco Stanley o el Doctor House
Otro ejemplo de ejercicio mediático importante es la cooptación de espacios informativos y de comunicación por miembros futuros del gabinete, (en una suerte de prestigio donde aparecen primero como jueces y luego los reaparecen como parte del gobierno). Los cuales se encargan de saturar al pueblo; y ya saturado, el mainstream brinda una solución.
Algo parecido temíamos antes de oír los nuevos reportes sobre la pobreza en México, y ya nos preguntábamos por aquellos días si regalando aparatos electrodomésticos (a mi me tocó una licuadora) iban a solucionar la pobreza los gobiernos, o creando premios literarios se generaría un cierto respeto para la población entre los subalternos.
Nos enfrentamos a unos medios de comunicación plagados de fechas y ceremonias. Donde se satura al lector, radioescucha o televidente. Realizan los medios estas ceremonias de acuerdo al interés monetario y dejando en segundo plazo el aspecto informativo y el comunicativo. Nos enfrentamos primero al muestreo o casting de políticos, después las ceremonias (actos públicos, giras, devaluaciones o crisis menores) sigue o seguirá un descontento lógico de la sociedad, este será en mayor o en menor medida solucionado con la fuerza policial o en el peor de los casos con la fuerza castrense; como dijimos dependiendo el número de indignados y pobres protestando por estos errores heroicos.
De ahí el ¿Por qué? como se preguntaban varios medios al ver a Vicente Fox siempre en la segunda etapa de esta secuencia, es decir en campaña permanente.
Una crisis menor eleva las ganancias de los que compraron deuda triplicando su inversión. El hacer pobres es buen negocio; pero el hacerlo sin tener buena ortografía y siempre saturando al espectador con ideas ilusorias es aparte un truco de publicidad. Publicidad que sirve para llevar al poder, mantener en el poder, hacer negocios en las cúpulas empresariales a los que siguen estos “consejos”. Si usted recibe una plancha o una sartén puede serle útil, pero el negocio ya no es vendérselos es regalárselos. Increíble.
Como dijimos, bien aplicados estos sistemas (populismo) son cirugía empresarial, cortes precisos y aplicaciones rápidas a la economía, educación y empleos. Pero, ¿usted confía que al menos nuestros políticos serán capaces y podrán manejar deuda y sobre todo sin daños a terceros?
Algo ignorado por los mercaderes modernos son las dependencias internacionales sobre derechos humanos y sus acuerdos históricos. Los tratados firmados por los representantes de las naciones son el punto de partida de la llamada primavera mundial que empieza en países de Europa y Oriente Medio. Estos tratados no son respetados por las cúpulas empresariales; a pesar de las voces de alarma de varios grupos y especialistas en la materia. Los tratados internacionales protegen a las poblaciones de holocaustos, crímenes de guerra y sobre todo generan un clima adecuado para la convivencia los pueblos. La perfecta sincronía de la unión mediante el dialogo respetuoso en los gobiernos y las sociedades se pueden apreciar en los tratos de dichos gobernantes pero lejano está el mismo trato en los pueblos gobernados.
Vivimos una política de choque y una empresarial. Alguien vistiendo overol y alguien vistiendo frac. Una clase de políticos al estilo de un programa de espectáculos, donde una estrella presenta y la otra hace lo suyo o su show. Después les siguen en el organigrama los empresarios prestanombres de las grandes corporaciones. Las grandes corporaciones después se dividen en los departamentos de materia prima, mano de obra, producción, distribución, mercadotecnia, operaciones legales logística y desarrollo. Un consorcio o un monopolio. Hoy, la realidad nos muestra que estos mercaderes del miedo solo saben hacer ganancias monetarias en bruto y como todo político ya elaborarán sus planes, viejos y nuevos para aparentar limpieza. Viejos como cubrirse las espaldas; otros más nuevos como culpar a fenómenos climáticos (huracanes) de los resultados nimios en riqueza social durante más de cientoveinticinco años. Atendiendo a aquellos que se excusan, porque pueden ser los gobernantes del mañana y los que ahora ‘defienden’ al pueblo veracruzano en el palacio de San Lázaro. Atendiendo de igual forma a los departamentos de los consorcios y su solidaridad con los empresarios.
Siempre ha habido comercio en todo pueblo. También siempre hubo liderazgo organizado para los bienes puestos a la venta. El problema de la imagen del acaparador de bienes es desde un punto práctico, necesario; un hombre o un grupo de hombres donde depositar almacenar, preparar para los recorridos prolongados, los bienes dispuestos a negociar por parte de los jornaleros por ejemplo, o de los ganaderos. Estos hombres al paso el tiempo pueden ser dueños además de terrenos de agricultura y ganadería. Hasta aquí el problema de distribuciones de tierras para agriculturas o ganado sigue en estado óptimo. Cuando aparece un monopolizador o un grupo de monopolizadores de tierras y de ganado; estamos hablando de la creación de cacicazgos en las regiones ganaderas y de agricultura de ese pueblo. El cacique que repite el trabajo del feudalismo de otras épocas, es el origen de los grupos de poder ya que tienen como respaldo el poder religioso y el poder de la maestranza de ese pueblo. Dirigen al pueblo con la férrea disposición de no dejar otra solución que seguir teniendo ellos el poder de decisión en su comunidad. A grandes rasgos se utiliza la fe y la falta de capacidad para detener la inercia en la evolución del método de consumo benefactor para el pueblo.
Por motivos de cambios en la práctica económica del hombre moderno se ha recuperado antes de nosotros o en estos días las prácticas monopólicas a manera de bursatilización, del mismo modo la ocupación del territorio nacional por medio de tráfico de influencias o prestanombres, y ya al final las deterioradas leyes del país hacen el cierre de la pinza en este robo en despoblado. Ya que al tiempo que se desvía la atención del pueblo se roba a manos llenas de las preciosas tierras que, en el pasado, tuvieron que derramar sangre los viejos habitantes del territorio para dejar un poco más de libertad a los herederos –reales- de esta nación.
Nos enfrentamos a unos medios de comunicación plagados de fechas y ceremonias. Donde se satura al lector, radioescucha o televidente. Realizan los medios estas ceremonias de acuerdo al interés monetario y dejando en segundo plazo el aspecto informativo y el comunicativo. Nos enfrentamos primero al muestreo o casting de políticos, después las ceremonias (actos públicos, giras, devaluaciones o crisis menores) sigue o seguirá un descontento lógico de la sociedad, este será en mayor o en menor medida solucionado con la fuerza policial o en el peor de los casos con la fuerza castrense; como dijimos dependiendo el número de indignados y pobres protestando por estos errores heroicos.
De ahí el ¿Por qué? como se preguntaban varios medios al ver a Vicente Fox siempre en la segunda etapa de esta secuencia, es decir en campaña permanente.
Una crisis menor eleva las ganancias de los que compraron deuda triplicando su inversión. El hacer pobres es buen negocio; pero el hacerlo sin tener buena ortografía y siempre saturando al espectador con ideas ilusorias es aparte un truco de publicidad. Publicidad que sirve para llevar al poder, mantener en el poder, hacer negocios en las cúpulas empresariales a los que siguen estos “consejos”. Si usted recibe una plancha o una sartén puede serle útil, pero el negocio ya no es vendérselos es regalárselos. Increíble.
Como dijimos, bien aplicados estos sistemas (populismo) son cirugía empresarial, cortes precisos y aplicaciones rápidas a la economía, educación y empleos. Pero, ¿usted confía que al menos nuestros políticos serán capaces y podrán manejar deuda y sobre todo sin daños a terceros?
Algo ignorado por los mercaderes modernos son las dependencias internacionales sobre derechos humanos y sus acuerdos históricos. Los tratados firmados por los representantes de las naciones son el punto de partida de la llamada primavera mundial que empieza en países de Europa y Oriente Medio. Estos tratados no son respetados por las cúpulas empresariales; a pesar de las voces de alarma de varios grupos y especialistas en la materia. Los tratados internacionales protegen a las poblaciones de holocaustos, crímenes de guerra y sobre todo generan un clima adecuado para la convivencia los pueblos. La perfecta sincronía de la unión mediante el dialogo respetuoso en los gobiernos y las sociedades se pueden apreciar en los tratos de dichos gobernantes pero lejano está el mismo trato en los pueblos gobernados.
Vivimos una política de choque y una empresarial. Alguien vistiendo overol y alguien vistiendo frac. Una clase de políticos al estilo de un programa de espectáculos, donde una estrella presenta y la otra hace lo suyo o su show. Después les siguen en el organigrama los empresarios prestanombres de las grandes corporaciones. Las grandes corporaciones después se dividen en los departamentos de materia prima, mano de obra, producción, distribución, mercadotecnia, operaciones legales logística y desarrollo. Un consorcio o un monopolio. Hoy, la realidad nos muestra que estos mercaderes del miedo solo saben hacer ganancias monetarias en bruto y como todo político ya elaborarán sus planes, viejos y nuevos para aparentar limpieza. Viejos como cubrirse las espaldas; otros más nuevos como culpar a fenómenos climáticos (huracanes) de los resultados nimios en riqueza social durante más de cientoveinticinco años. Atendiendo a aquellos que se excusan, porque pueden ser los gobernantes del mañana y los que ahora ‘defienden’ al pueblo veracruzano en el palacio de San Lázaro. Atendiendo de igual forma a los departamentos de los consorcios y su solidaridad con los empresarios.
Siempre ha habido comercio en todo pueblo. También siempre hubo liderazgo organizado para los bienes puestos a la venta. El problema de la imagen del acaparador de bienes es desde un punto práctico, necesario; un hombre o un grupo de hombres donde depositar almacenar, preparar para los recorridos prolongados, los bienes dispuestos a negociar por parte de los jornaleros por ejemplo, o de los ganaderos. Estos hombres al paso el tiempo pueden ser dueños además de terrenos de agricultura y ganadería. Hasta aquí el problema de distribuciones de tierras para agriculturas o ganado sigue en estado óptimo. Cuando aparece un monopolizador o un grupo de monopolizadores de tierras y de ganado; estamos hablando de la creación de cacicazgos en las regiones ganaderas y de agricultura de ese pueblo. El cacique que repite el trabajo del feudalismo de otras épocas, es el origen de los grupos de poder ya que tienen como respaldo el poder religioso y el poder de la maestranza de ese pueblo. Dirigen al pueblo con la férrea disposición de no dejar otra solución que seguir teniendo ellos el poder de decisión en su comunidad. A grandes rasgos se utiliza la fe y la falta de capacidad para detener la inercia en la evolución del método de consumo benefactor para el pueblo.
Por motivos de cambios en la práctica económica del hombre moderno se ha recuperado antes de nosotros o en estos días las prácticas monopólicas a manera de bursatilización, del mismo modo la ocupación del territorio nacional por medio de tráfico de influencias o prestanombres, y ya al final las deterioradas leyes del país hacen el cierre de la pinza en este robo en despoblado. Ya que al tiempo que se desvía la atención del pueblo se roba a manos llenas de las preciosas tierras que, en el pasado, tuvieron que derramar sangre los viejos habitantes del territorio para dejar un poco más de libertad a los herederos –reales- de esta nación.
Funzi.
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