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Cárceles-Barrios
Se habla de una nueva primavera impulsada o inspirada por los países Árabes, estos países se han rebelado por los malos gobiernos que tienen el poder de sus economías. Nuestros países los latinoamericanos de igual forma se rebelan por educación y precios más bajos en la canasta básica y transporte.
El sistema Neoliberal aplica medidas de seguridad extrema y exagerada en comparación con las necesidades del pueblo para protegerse. Los medios de comunicación enarbolan por temporadas franquicias de conductas. Los que pertenecen a las llamadas tribus urbanas se enfrascan en pleitos callejeros por territorios y muestran culturalismos primitivos. Una muestra de ello es el futbol que ha dividido a los aficionados para poder crear espacios de catarsis donde ni los mismos expertos en el tema están de acuerdo con los resultados.
Al aplicar sin número de medidas de hábitat (policía, diferentes grupos antagónicos) nos percatamos que la delincuencia organizada divide ciudades por sectores. Los cuales son inaccesibles hasta para los elementos de seguridad. Los culturalismos primitivos existen desde el principio en los hombres; siguiendo un instinto se unen para salvar lo que consideran propio y realizan tácticas para la supervivencia. En el Culturalismo se dividen los grupos sin llegar a la violencia, degenerando en el racismo. Al variar de color de piel, de lenguaje, hasta de filosofía, los hombres se dividen.
Los jóvenes que integran los barrios son en mayoría olvidados por los empresarios. Estos jóvenes sufren persecuciones de pandillas del hampa organizada o acosos. Sufren del desempleo y viven en zonas no por voluntad si no por costumbre, como en las prisiones. Y como en las prisiones los policías abusan del poder.
Estudios científicos revelan que al encontrarse preso el individuo; su capacidad de soportar el encierro dura tres días solamente. Con seguridad duraría mas tiempo sin no fuera por el maltrato psicológico de los policías y demás presos. Al vivir en barrios-prisiones y dar un cauce de violencia a sus preocupaciones, como la violencia urbana en manifestaciones, los jóvenes son hechos prisioneros, viven al ser encerrados las etapas del prisionero.
La primera etapa consiste en ser asimilado por un grupo dentro.
Al no ser asimilado y humillado. Iniciara la etapa de la violencia donde el individuo se torna violento. Después si sobrevive, vendrá la etapa de la religiosidad. Que al ver que no pasa nada con la religión, el sujeto prisionero, se encamina hacia la homosexualidad y si sobrevive de esa inmersión en la homosexualidad se integrará a alguna disciplina y si no puede soportarlo buscara el suicidio.
Los jóvenes Jalapeños deben protestar con otras intenciones. Intenciones universales y no de violencia. Si esto fragua bien su paso por la adolescencia será una experiencia en el cambio benéfico en los actos propios del estudiante universitario ante los maltratos del sistema que, por causas inexplicables, sigue gobernando.
El resultado de una muerte en prisión es un motivo para que los jóvenes y viejos realicen el círculo de la protesta. Los más duros y fuertes al exterior y los jóvenes en medio. En el núcleo quedan los prisioneros más viejos o enfermos. Este sistema se ha aplicado en cárceles de los Estados Unidos y ha logrado mucho éxito al conseguir peticiones. Las cárceles ya no son lo mismo que antes; ahora solo son guaridas de pandillas y los barrios parecen las verdaderas cárceles sin tener donde ir y sin poder salir de ahí.
La educación que no les ofrecen les podría ayudar a los más jóvenes tanto como el empleo. Son mejores los años con educación. Mejores a vivir siempre en la expectación.